Creció en medio de un campo desolado
Y sus raíces surgían de bellos pensamientos
Ramas de dulces versos afortunados
Y hojas de verdes y puros sentimientos
El otoño arrancaba aquellas hojas de sus ramas
Y las repartía generoso mecidas por el viento
Inundando de alegría y ternura el alma
Deteniendo en un precioso instante el tiempo
En invierno daba leña al solitario corazón
Y el humo de su fuego perfumaba los recuerdos
El crepitar de sus llamas servía de inspiración
Para crear los más hermosos y cálidos versos
En primavera sus raíces cosechaban todo el amor
Que abonaba aquel campo que antes estaba desierto
Y florecían de nuevo sus ramas con pasión
Haciendo que aquel árbol fuera eterno
En verano aquel campo ya era un bosque
Que daba sombra a la más bella creación
Un millón de almas que ya no están solas por la noche
Pues han encontrado cobijo en el amor
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